11 enero 2007

LAGO DE DESCABEZADORAS DE HOMBRES



….Me perdería de nuevo en ese mar de pasiones.

El día languidece y mi deambular vagabundo inicia, mi gitano cuerpo recorre las sombras que emergen con el frió y el silencio de la noche. Mientras dejo que la vida pase, miles de sucesos y sentimientos prueban acorralar a mi corazón en un callejón sin salida, pero este corazón endurecido cruza las márgenes del abandono.

Ojala la oscuridad traiga recuerdos que hagan menos pesada esta invisible soledad que me acompaña. Mientras me adentro en los pantanos del dolor, miro el recuerdo de un cieloazzul que destila de sus nubes los restos de un amor que profesé a un dios, a mi Dios, mientras en la otra orilla de la noche el sepulcro de un amor que tiene la edad que el tiempo le dio se marcha, dejando desolado un corazón con su partida.

Sin enseres, encadenado a letras y adormecido por el olor de amapola que trae el lúgubre viento consigo, decido dar rienda suelta a mi alma enamorada que solo mendiga amor, y me zambullo con la furia de un toro salvaje en un lago de descabezadoras de hombres, y conociendo el destino que me espera me enredo en una tormenta de mar nadando cual salmón contra las corrientes perniciosas de las pasiones lujuriosas, a la par de una cazadora de almas que emprende su acechanza en busca de mi desgastado espíritu. Me dejo seducir por su sensual figura y devorador aspecto, creo hacerla mía, pero en realidad es ella quien se adueña de mí cual puta de plástico. Pierdo la noción del tiempo, con ella no se si el día es noche, tal vez ambos, cientos de devaneos cruzan mi mente, mientras esa fogosidad peligrosa se diluye en el agua, y entonces el viento susurra su nombre…. “Malena”… que canta el tango como ninguna, me deja una vez más tirado a la orilla del lago.

Con mis manos sucias y mi corazón destrozado, sin camino alguno que recorrer, decido alzar la mirada queriendo alcanzar las estrellas, buscando ver el rostro de aquel que me saco de las tinieblas a la luz, reconociendo mis caídas, pero nunca arrepentido por terminar siendo la presa de aquella devoradora almas.

….Me perdería de nuevo en ese mar de pasiones.



Homenaje a todos aquellos poseedores del don de las palabras que han dejado huella en mis andanzas.